domingo, 5 de febrero de 2012

El Informador Público


economía.



El diagnóstico de Lavagna

febrero 1, 2012


Evidencias, editada por Luis Pico Estrada.Entre el intercambio de informaciones y comentarios, los altos interlocutores de Brasil, preguntan a menudo por el doctor Lavagna, con quien conservan confianza y amistad. Algo parecido ocurre en Italia, Francia y España países que suelen requerir su opinión desde los más altos foros del pensamiento.
Hace pocos días y con la discreción que tienen habitualmente sus pasos se trasladó a Madrid a un foro armado por la gran consultora Ernst & Young -como se sabe una de las cuatro más importantes del mundo-y la Secretaría Iberoamericana. 
“El País” le concedió una página de la cuál vale la pena subrayar algunos párrafos:
El resultado de la alta dependencia de América Latina en sus materias primas de lo que hagamos. No se me ocurre que frente a un dato externo positivo como es la subida de precios de materias primas uno decida no aprovecharlo. Al revés, uno aprovecha el margen en términos de reservas, de capacidad de inversión que da esa situación para reforzar otros sectores de la economía menos desarrollados. Hacía muchos años que América Latina no tenía una ola favorable de este tipo. No hay nada de malo en que las materias primas tengan más peso en una economía. 
Lo malo es si los Gobiernos no lo valoran.
El vaticino de que China levanta pie del acelerador económico me parece un poco exagerado. En los últimos trimestres ha habido una ligera desaceleración del crecimiento chino que tiene algún impacto, pero es mayor sobre las materias primas no alimenticias, por ejemplo, sobre el cobre. 
Esto no significa que las materias primas alimenticias sean inmunes. Pienso que ese mercado y el de India van a seguir con valores relativamente altos. 
De todas maneras, como dije antes, la clave está en el uso que dé Argentina a esos recursos. 
Este año hay una sequía muy importante y eso tiene un impacto. Los imprevistos siempre ocurren.
Hoy a diferencia de países como Brasil y otros de América Latina las reservas internacionales argentinas han permanecido estancadas, incluso bajando un poco en los últimos meses. 
Acá lo que a mí me importa es cómo uno ve: ahí hay tres versiones distintas y las tres son correctas.
1) 
La fotografía de la realidad actual de los últimos meses, cuando la presidenta Cristina Fernández fue reelecta ampliamente. 
Es una fotografía con altos niveles de consumo, y, si bien hay inflación, los salarios han subido por encima de esta. 
Ha aumentado el empleo, sobre todo el público y hay mucho crédito. En consecuencia, es una sociedad en plena ebullición de consumo que obviamente jugó a favor del Gobierno.
2) 
Después está la fotografía dinámica. 
¿Qué es lo que ha venido ocurriendo? 
Argentina ha perdido el superávit fiscal récord que tenía en 2006 (de 4,5 puntos), ya no tiene superávit en cuenta corriente de balanza de pagos, por eso las reservas internacionales no suben. Ha habido salida de capitales, particularmente el último año. 
De manera que hay una dinámica de este año, el próximo y el que sigue en los que algunos ajustes y cambios de política van a ser necesarios. No sé si se harán o no.
3) 
También está el mediano y largo plazo. 
Argentina es un país de posibilidades enormes. 
El largo plazo me parece claramente positivo, pero hay que hacer esa transición entre la foto de una situación demasiado alegre respecto a la realidad y de ese futuro.
La foto de mediano plazo no se debe caer en la trampa que se produjo durante las elecciones de 2011. 
La sociedad argentina se divide. 
De un lado el Gobierno -apoyado electoralmente por el 54% de la gente- y del otro lado una oposición muy oposición, donde todo lo que hace el Gobierno está mal o todo lo que hizo en el pasado está mal.
Hay que formular en la Argentina la creación de alternativas de Gobierno. Nunca oposiciones ciegas que no son creíbles. 
Tan no creíbles son, que la presidenta sacó muchos más votos que en la elección de 2007. 
Lo que hay que lograr hoy en Argentina es que la sociedad no se parta en dos, aunque de hecho es lo que ocurre.