viernes, 14 de octubre de 2011

Informe Semanal - Coyuntura Nº1‏.

Coyuntura, el informe semanal de Fundación Pensar.
6 de octubre de 2011 – N° 1

Internacional
Qué pasa en Europa
La comunidad económica internacional está pendiente de las noticias de la economía griega. En esta espera, las principales bolsas del mundo han visto fuertes caídas de sus activos. Lo que se quiere evitar, más allá de mayores problemas en este país, es la propagación hacia otros países.
Economía
El precio del dólar
La crisis internacional, la devaluación en Brasil y la percepción de un retraso cambiario provocan incertidumbre sobre el valor del dólar. El Central vendió más de 2.000 millones de dólares para evitar que siga aumentando su valor en un contexto electoral. Después de las elecciones se descuenta una suba pero aún no se avizora una crisis.
Política
Después de octubre
Los resultados de octubre están, en lo esencial, descontados. El análisis se centra en lo que vendrá después: ¿profundización populista del modelo o moderación? ¿Búsqueda de la reelección indefinida? La acción política deberá pensarse en ese marco para buscar las formas de generar un futuro mejor para los argentinos.
Coyuntura
Informe semanal de Fundación Pensar
La Fundación Pensar, usina de ideas de PRO, elabora propuestas de políticas públicas para construir una Argentina grande y para todos.
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Las opiniones contenidas en este documento son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la opinión o posición de la Fundación Pensar, del Pro ni de sus miembros.
Qué pasa en Europa
Desde comienzos de este año las principales empresas de Estados Unidos han perdido más de 10% de su valor bursátil de mercado, las de Alemania casi 20%, las de Brasil más de 30%, las argentinas casi 35% y las de Grecia un valor cercano a 50%. Todo este descalabro en las bolsas mundiales tiene su justificación en el temor de que los problemas en Grecia se propaguen a otros países.
A esta altura muchos se preguntarán cómo es que un país tan pequeño haya podido originar semejante crisis. La razón es que no sólo Grecia está en problemas sino que el manto de duda se cierne también sobre países como Portugal, Irlanda, Italia y España, aunque no todos en la misma situación.
Al asociarse al Euro, los distintos países resignaron ciertas cuestiones de política económica, como la monetaria (no tienen poder de emisión) pero gozaron de un crédito más barato y de mayores ingresos de capitales. Países como Grecia aprovecharon esta mayor facilidad para endeudarse e incrementaron sus gastos. Luego de la crisis de la hipotecas los banqueros comenzaron a ver con un poco más de detalle las situaciones crediticias de varios países y surgieron dudas sobre la capacidad de pago de sus deudas.
Esto incrementó la desconfianza y, con ello, las tasas de interés. Con mayores tasas de interés más recursos deben ser apartados de una economía para hacer frente a estas obligaciones, postergando otro tipo de gastos necesario, por ejemplo, para dinamizar el crecimiento, complicando también la recaudación y con ella el pago de los compromisos. Para tener una idea, en Grecia el pago de intereses representa más del 17% del total recaudado por el gobierno, en la Argentina de 2001 representaba 27%.
En el caso griego, cuando el déficit se hizo demasiado elevado y la desconfianza se apoderó de los inversores sólo quedaron dos caminos: que salgan al rescate las instituciones internacionales (entre 2010 y 2011, Irlanda y Portugal también recibieron asistencia) o renegociar las deudas. Cada camino tiene sus consecuencias. Por un lado, los rescates demandan austeridad y ajuste para ir ganando tiempo y buscar la situación más viable que permita recuperar la confianza y el crecimiento. El problema es que hasta que surta efecto pueden pasar años de recesión. Por otro lado, renegociar las deudas genera alivios instantáneos (ya que baja automáticamente su peso), pero genera problemas de confianza para los demás países, problemas de solvencia para los bancos que tienen su deuda y para los mismos griegos en un plazo mayor: recuperar la confianza y el crédito después de un default no es tarea sencilla.
Internacional
Coyuntura
Informe semanal de Fundación Pensar
El precio del dólar
Durante los últimos meses, y con las noticas poco alentadores que llegan de los países desarrollados, la incertidumbre se ha apoderado de las variables económicas locales. En nuestro país hay una variable que concentra, históricamente, la mayor atención: el precio del dólar. En el actual contexto, el devenir de esta variable está influido por causas internas y externas. Veamos.
No se conoce, con exactitud, cuán profunda puede ser la crisis internacional. Este panorama genera que los inversores vuelquen sus inversiones a activos seguros saliendo de países en desarrollo. No importa que los números de la economía de Estados Unidos sean peores que los de Brasil, China o Chile; el dólar, a lo largo del tiempo, ha mantenido su valor relativamente estable, no así las diversas monedas nacionales. Nuestro país es el ejemplo inverso de ese comportamiento.
La devaluación de Brasil ha agregado un nuevo foco de inquietud. Se teme que un real más barato haga caer las exportaciones e incentive las importaciones desde Brasil. A pesar de que diversos estudios vinculan estas variables a los niveles de actividad de los distintos países (las exportaciones dependerían del crecimiento del nivel de actividad en Brasil y no del valor del tipo de cambio), la sensación que se ha instalado es que estamos ante la inminencia de una devaluación del peso que compense esta caída en la competitividad.
A esta última causa se le suma que durante los últimos años se ha incrementado la percepción de un atraso cambiario. La inflación real acumulada desde la última devaluación ha superado la tasa de depreciación de la moneda, erosionando la competitividad de la economía nacional. Y, como si fuera poco, estamos a menos de 20 días de elecciones presidenciales, con la incertidumbre adicional que ello genera.
Todo lo anterior ha provocado gran incertidumbre en el valor del dólar haciendo que el público se vuelque masivamente a comprar dólares y obligando a que el Banco Central se desprenda de más de 2.000 millones de dólares para evitar que siguiera aumentando su valor. ¿Por qué no lo dejó subir? La volatilidad en las variables tiende a generar climas de incertidumbre económica, lo cual no es bueno para el oficialismo en un año de elecciones. Cuando las variables comienzan a presentar “tensiones” en un año electoral, los hacedores de política aplazan los ajustes para después de los sufragios. ¿Y después de las elecciones? Los diversos analistas y los precios del dólar a futuro nos muestran señales de que el mercado está “descontando” una mayor devaluación una vez pasada las elecciones, pero no se ve, al menos por ahora, una crisis en el horizonte
Coyuntura
Informe semanal de Fundación Pensar
Economía
Después de octubre
Tras el 50% obtenido por Cristina Fernández de Kirchner el 14 de agosto, el presupuesto básico para pensar la política argentina es que la iniciativa política cae hoy casi exclusivamente sobre el oficialismo.
 La pregunta que guía los análisis políticos es qué línea seguirá la presidente en su casi seguro segundo mandato: la profundización populista del modelo, como la que pregonaba el viceministro de Economía Roberto Feletti, o una moderación, quizás con cierta corrección económica y menos crispación política.
El presupuesto presentado la semana pasada en el Congreso es un indicio más de que puede esperarse algo parecido a lo que hemos venido viendo hasta aquí. Efectivamente, allí no se ve ninguna pauta de algo fuera de lo común, pero tampoco un cambio respecto de las ya tradicionales prácticas presupuestarias kirchneristas: la subestimación de la inflación, de la devaluación y del crecimiento significó, año a año, una recaudación real superior a la presupuestada, abriendo camino a asignaciones discrecionales.
En los rumores sobre el próximo gabinete se ve algo parecido: casi todos apuntan a más de lo mismo o una cierta moderación. El ejemplo más claro sería el futuro de Economía; quienes estarían disputando el lugar serían el secretario de Finanzas Lorenzino, apoyado por actores del sector financiero, y la presidente del Banco Central Mercedes Marcó del Pont con el apoyo de empresarios del sector productivo. Difícilmente se trate de ministros revolucionarios. Habrá que ver, por otro lado, con qué seriedad persiga el gobierno una posible reforma constitucional: esa sería una señal de alarma.
Hay una incertidumbre que repercute sobre la pregunta general. ¿Cuál será la profundidad de la crisis internacional, cuánto afectará a la Argentina y cómo reaccionará el gobierno argentino? Algo decimos sobre Europa y el dólar en las secciones Internacional y Economía. Lo cierto es que la desaceleración de Brasil produjo ya movimientos reactivos en industrias argentinas (Alpargatas y Fiat) y advertencias de la Unión Industrial Argentina pocos días después de que el gobierno lanzara un Plan Estratégico Industrial junto a esa institución.
Mientras tanto, durante la semana tuvimos un nuevo acto cercano a la farsa entre la Justicia y sectores gremiales. Así como hace unos meses fuimos testigos de la detención de Gerónimo Venegas y luego del asunto de Moyano y el exhorto de Suiza, ahora fue la detención del ferroviario Rubén Sobrero. Quedan muchas dudas en torno al caso, tanto sobre la transparencia de la Justicia como de los gremios en cuestión. Mientras tanto, se piensa poco en los usuarios de los trenes y de lo lejos que parece estar de esclarecerse el caso de la quema de vagones.
En definitiva, seguiremos con iniciativa oficialista y probablemente con un oficialismo no muy distinto del que venimos viendo; habrá que seguir de cerca qué pasa en la economía internacional y local y seguir trabajando para fortalecer las instituciones incluyendo la propia Constitución Nacional.
Coyuntura
Informe semanal de Fundación Pensar
Política:
 La pregunta que guía los análisis políticos es qué línea seguirá la presidente en su casi seguro segundo mandato: la profundización populista del modelo o su moderación.