Acorralado,
Fábrega
renunció
al Banco
Central
y lo
reemplaza
Vanoli.
Por Mariano Obarrio |
LA NACION
Mariano Obarrio |
El explosivo discurso de anteayer de Cristina Kirchner sobre un complot interno y externo para "voltear al gobierno" desató una crisis política y podría agravar las tensiones cambiarias. La Presidenta le aceptó ayer la renuncia a Juan Carlos Fábrega, que dejó la presidencia del Banco Central, y será reemplazado por un incondicional del kirchnerismo, Alejandro Vanoli, quien desde 2009 es titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El detonante del portazo de Fábrega, que evaluaba su renuncia desde hace varias semanas, fue la acusación de la jefa del Estado al Central de "filtrar información" a los bancos para "especular con una devaluación y desestabilizar la economía".
Fábrega le presentó su renuncia indeclinable a la Presidenta después de las 16, y ésta la aceptó casi en el acto. Minutos después, el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, le ofreció el cargo a Vanoli.
La noticia fue anunciada a las 17 por el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, mediante una simple llamada telefónica a la Sala de Periodistas de la Casa Rosada. La novedad se filtró minutos antes del cierre de los mercados y agravó la incertidumbre: al cierre de la rueda de ayer, la Bolsa de Valores cayó un 8,22%. A diferencia de Fábrega, se supone que Vanoli podría ser más permeable al ministro de Economía, Axel Kicillof, aunque tiene un perfil técnico y más moderado. Según pudo saber LA NACION, Vanoli llegó a la CNV apadrinado por el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno -que podría regresar al Gobierno a fin de año- y por su esposa, Marta Cascales.
"Vanoli es hombre de Moreno y de Cristina, no de Kicillof. Será más dócil que Fábrega", dijeron a LA NACIÓN en la Casa Rosada.
De ese modo, la Presidenta se garantiza consolidar la cohesión interna tras las desgastantes peleas entre Fábrega y Kicillof por los niveles de emisión monetaria, la tasa de interés y el uso de las reservas en medio de la creciente inflación y la fuerte alza del gasto público. Hasta anoche, la Presidenta no había designado al reemplazante de Vanoli. Podría ser un allegado a Kicillof.
La Presidenta deberá ahora pedir al Senado el acuerdo para que Vanoli pueda ejercer el mandato de cinco años. Desde 2007, Cristina tuvo cuatro presidentes de la autoridad monetaria: Martín Redrado, Mercedes Marcó del Pont, Fábrega y ahora Vanoli.
En la Casa Rosada crecieron las versiones de que Cristina Kirchner podría disponer en unos días que el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, u otro funcionario, reemplace al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que retomaría la gobernación de Chaco.
Durante el discurso de anteayer, la Presidenta denunció una conspiración de empresas, exportadores de granos, automotrices, agentes de Bolsa y bancos para obtener una devaluación, desestabilizar la economía y "voltear al gobierno" con ayuda externa. Incluso acusó a los Estados Unidos de planear un atentado contra ella por su pelea con los fondos buitre.
Sin nombrar a Fábrega, incluyó en el complot al Banco Central. Aseguró que antes de que el BCRA redujera hace un mes de 30 a 20% las posiciones en moneda de las entidades bancarias "parece que se filtró información, porque hubo bancos con información privilegiada que cuando todos compraban dólares, ellos vendían". También acusó al Central de no avanzar en 80.000 expedientes sobre infracciones a la ley penal cambiaria.
Fábrega lo interpretó como una crítica irreparable a su gestión. Según fuentes oficiales, en una conversación en buenos términos, Cristina Kirchner le aseguró que no había querido aludir a él.
Pero Fábrega respondió: "Se refirió a la institución y yo soy el responsable, y como hombre de bien debo renunciar en forma indeclinable".
Anteanoche, luego del discurso, Fábrega había casi resuelto su renuncia. En la Casa Rosada y en el BCRA admitían que "había diferencias fuertes en estilos, en edad, en ideas y en las formas entre Kicillof y Fábrega", pero que son "históricas las peleas entre el Banco Central y Economía".
La Presidenta le denegó a Kicillof la potestad de ocupar el Central. El ministro tenía tres candidatos: Augusto Costa, Emmanuel Álvarez Agis o Cecilia Nahon, que podría ir a la CNV, cargo para el cual también sonaba la dirigente de La Cámpora Karina Bermúdez.
Vanoli, un cruzado contra el Grupo Clarín y Papel Prensa, impulsó la instrumentación de la ley de mercados de capitales, que en su artículo 20 permite que las minorías accionarias del Estado en diversas empresas logren la intervención por 180 días de sus directorios.
Entre los bancos denunciados anteayer por Cristina Kirchner estaban el Antagonista,
Supervisar, Macro, Itaú y Mariva. Algunas versiones indicaban que Vanoli le llevó la información a la Presidenta sobre las supuestas maniobras especulativas con el dólar y el denominado "contado con liqui"..
Del editor: qué significa.
Del editor: qué significa.
Si bien se reducirán los roces entre el BCRA y el Central, el mundo económico interpreta el cambio como la caída del último bastión de autonomía.