sábado, 30 de julio de 2011

Economia. Como aumentar competitivamente la ocupación en 3.000.000 de personas‏


Como aumentar competitivamente la ocupación en 3.000.000 de personas
Por Orlando Ferreres.
Especial para lanacion.com
Viernes 29 de julio de 2011

Para lograr este aumento de la ocupación se requiere invertir pero ¿en qué sectores? 
Esta es la gran cuestión, suponiendo que logremos el financiamiento para los proyectos.

De acuerdo con datos de la Fundación Mediterránea en la que basamos este artículo, hay al menos 17 sectores competitivos (puede haber más). 
Competitivos significa que pueden exportar, que hay demanda internacional de esos productos y que nuestro costo permite en forma sistémica competir en el mundo. 
Estas cadenas de valor agregado son las siguientes:

1. Cadena aviar (carne y huevo)

2. Cadena bovina (carne, cueros y manufacturas de cuero)

3. Cadena de carne porcina

4. Cadena de maíz y derivados (molienda húmeda y seca)

5. Cadena de trigo y derivados (harina, panificados, pastas y galletitas)

6. Cadena de legumbres (poroto, garbanzo y arveja)

7. Cadena de productos lácteos (leche en polvo, quesos, otros derivados)

8. Cadena de infusiones (yerba mate y té)

9. Cadena foresto industrial (madera, manufacturas de madera, celulosa y papel)

10. Cadena vitivinícola

11. Cadena de minerales metalíferos (oro y plata)

12. Cadena de frutas (pomáceas)

13. Cadena aceitera (girasol, soja, y derivados)

14. Cadena de maquinaria agrícola

15. Cadena autopartistas

16. Sectores de IT (Informática, Internet, Telecomunicaciones)

17. Turismo internacional

Para cada uno de estos sectores se han establecido políticas específicas. También se han determinado las necesidades de infraestructura y las reformas tributarias que se requerirían para hacerlas más eficientes y tornar más formal la economía.

Estos sectores tienen demanda internacional y pueden generar empleos productivos dado que son todos sectores competitivos. 
No se trata de promover sólo sectores productivos sino sectores que puedan vender al mundo, con un porcentaje del mercado mundial importante. 
La idea de promover sectores sin analizar si pueden exportar en forma permanente y si tienen un mercado mundial es un error en el que hemos caído en el pasado. 
¿Por que?
 Porque hay sectores que eventualmente podrían parecer competitivos, pero que entran en crisis cuando se acaba el barniz protector que dan las maxidevaluaciones ligadas a las crisis. 
Esa visión cortoplacista debe ser abandonada y reemplazada por estudios serios de competitividad permanente.

Hay que cambiar a un enfoque de competitividad sistémica, no competividad esporádica. 
Para ello se requiere no solo un Banco Central con políticas claras sino también que otras áreas de la Administración actúen en forma consistente, especialmente el área de política fiscal, que tendrá que generar un importante superávit para que en algunos momentos del ciclo no se retrase el tipo de cambio.

¿Por qué el enfoque de cadenas de valor? 
Con esto se trata de responder a la pregunta de por ejemplo, 
¿por qué exportar sólo productos primarios si podemos exportar la cadena completa de valor? 
¿Por qué exportar soja o maíz en grano si podemos exportar carne de cerdo, por ejemplo?
 El valor obtenido por el país sería mucho mayor y también exportaríamos mano de obra argentina.

Otro importante problema a resolver es el regional. 
Estos sectores competitivos, casi todos, están ubicados en el interior del país y pueden generar, en un plazo de pocos años unos 3.000.000 de empleos productivos permanentes. 
Pero no en el conurbano bonaerense, sino diseminados en todo el territorio nacional. 
Es un punto importante para terminar con la centralización excesiva que se ha generado en los últimos 40 años.

Todo esto parece realizable, pero hay que hacerlo, no se hace solo, no hay creación espontánea de valor agregado. 
Es una lucha diaria por mejorar y mejorar, pero debe haber equilibrio macroeconómico como base para generar un país competitivo con gente incluida en trabajos formales, contenta con el proyecto nacional y con las perspectivas de mejora palpables que cada uno puede concretar año a año.

En anteriores artículos hemos descripto 10 políticas claves para una macroeconomía sustentable (estabilidad de las reglas del juego, sistema impositivo estable, gasto publico sustentable, economía sin inflación, tasas de interés y tipo de cambio consistentes con crédito hipotecario y comercial creciente, política de inversión reproductiva, aumento de la productividad por persona ocupada, ataque directo a la pobreza, rotación en el poder para dar credibilidad política a largo plazo). 
Sin ellas nada puede ocurrir, pues son la precondición para lograr las inversiones a largo plazo que permitan ocupar productivamente a esos millones de argentinos que están esperando en la desocupación o en los trabajos precarios o informales de hoy en día. 
No hagamos esperar en vano a los excluidos.